Hasta ahora puedo decir adiós
He soñado contigo, mucho... más de lo que hubiera querido.
Más que antes, más que a nadie y más que jamás lo haré de nuevo.
Pero en todos mis sueños te digo adiós; y te digo adiós y me siento tranquila, libre, a veces sola, pero en paz.
Cuando decidí comenzar contigo jamás pensé que esa aventura durara tanto, que me engancharía a ti de la forma en que lo hice, y mira, fueron años de altibajos, risas, sorpresas, promesas y lágrimas, algunas de felicidad y otras de tristeza.
Años en los que decidí amarte con el corazón, el cerebro, la razón y la piel, años que aguantamos tantas cosas ambos, que no sé en qué momento dejamos de ser individuos y nos volvimos uno solo.
Pero hoy te digo adiós, y no un adiós para siempre, no el adiós que termina para no volver a verte jamás, no al menos yo.
Hoy te digo adiós a las horas de enojos que pasé tras el teléfono, a las culpas que me eché por estar contigo, a las mentiras que dije por verte feliz.
Hoy le digo adiós a los malos momentos, a aguantar caras, comentarios o "sugerencias" sobre lo que soy y lo que era o lo que fui.
Hoy le digo adiós a las lágrimas derramadas, a vivir lo que tu querías, a "proponer" actividades o sugerencias y verlas desaparecer en el aire.
Hoy le digo adiós a las horas contadas, a las esperas desesperantes, a aguantar palabras de otras personas, aconsejándome como actuar, vestir o estar frente a ti o a los tuyos.
Hoy le digo adiós a las palabras vacías, a las promesas al aire, a los castillos construidos, a fingir de tantas maneras solo para verte feliz.
Hoy le digo adiós a las presiones, a los enojos y a las falsas ilusiones.
Hoy le digo adiós a los momentos malos, a las inseguridades y a las represiones,
También le digo adiós a los buenos momentos, a las risas, a los proyectos, a las imágenes construidas, a los amores perdidos y al bebé que algún día fue.
Le digo adiós a las miradas, las caricias, los abrazos y los besos que me hicieron suspirar, las palabras de amor que me hicieron soñar.
Me quedo contigo, con lo que construí de ti, esa esencia que me hace recordar la risa, los buenos momentos, los buenos consejos.
Pero hoy te digo adiós, a ti, a lo que me mostraste ser, a lo que me enseñaste, lo que me lastimaste y lo que me hiciste vivir.
No hay malos ni buenos, no hay puntos medios, solo se nos olvidó que aquel amor que profesamos, aquellas promesas que nos hicimos fueron un para siempre que duró pocos años.
Me quedo solo con lo que me hiciste aprender de mi misma, me quedo con mis ganas, con mi fuerza, con mi vida. Sé lo que quiero, y me enseñaste lo que no quiero.
No quiero promesas vacías, no quiero dudas, ni lágrimas, ni dinero sin sentimiento, no quiero mamitis, no quiero presiones, no quiero cambiar quien soy por alguien que no cambia que es, no quiero competencia familiar, ni pretensiones de alguien que no soy, ni de alguien que no es. No quiero mentiras de vidas pasadas, ni de vidas futuras, no quiero dramas, pero sobre todo, no quiero engaños, de esos que te prometen cambiar y que no lo hacen, no más palabras vacías, no más "dime que hago". No más "No puedo", quiero que luchen por mi, con la misma intensidad con la que yo lo hice, quiero que dejen todo por mi, como yo lo hice, quiero que vivan por mi, como yo lo hice.
Hoy te digo adiós, y sigo adelante con mi vida, fuerte, alegre y con ganas, deseando de corazón que vivas feliz, que seas dichoso, que tengas todo lo que en tu mente desees, que encuentres una mujer con bajas expectativas que solo haga lo que tu le dices, y que en un futuro, si así la misma vida nos junta, seamos amigos y que se recuerde esto con el mismo gusto con que lo vivimos.
Hoy solo puedo decir Gracias, porque me enseñaste que quiero y que no quiero, y sé que tal vez no lo leas, pero espero que te haya enseñado algo, aunque sea mínimo el haber terminado y que te impulses a seguir adelante; porque yo, así lo hago, sigo adelante...
Hoy le digo adiós a la costumbre, te digo adiós a ti... por fin
Más que antes, más que a nadie y más que jamás lo haré de nuevo.
Pero en todos mis sueños te digo adiós; y te digo adiós y me siento tranquila, libre, a veces sola, pero en paz.
Cuando decidí comenzar contigo jamás pensé que esa aventura durara tanto, que me engancharía a ti de la forma en que lo hice, y mira, fueron años de altibajos, risas, sorpresas, promesas y lágrimas, algunas de felicidad y otras de tristeza.
Años en los que decidí amarte con el corazón, el cerebro, la razón y la piel, años que aguantamos tantas cosas ambos, que no sé en qué momento dejamos de ser individuos y nos volvimos uno solo.
Pero hoy te digo adiós, y no un adiós para siempre, no el adiós que termina para no volver a verte jamás, no al menos yo.
Hoy te digo adiós a las horas de enojos que pasé tras el teléfono, a las culpas que me eché por estar contigo, a las mentiras que dije por verte feliz.
Hoy le digo adiós a los malos momentos, a aguantar caras, comentarios o "sugerencias" sobre lo que soy y lo que era o lo que fui.
Hoy le digo adiós a las lágrimas derramadas, a vivir lo que tu querías, a "proponer" actividades o sugerencias y verlas desaparecer en el aire.
Hoy le digo adiós a las horas contadas, a las esperas desesperantes, a aguantar palabras de otras personas, aconsejándome como actuar, vestir o estar frente a ti o a los tuyos.
Hoy le digo adiós a las palabras vacías, a las promesas al aire, a los castillos construidos, a fingir de tantas maneras solo para verte feliz.
Hoy le digo adiós a las presiones, a los enojos y a las falsas ilusiones.
Hoy le digo adiós a los momentos malos, a las inseguridades y a las represiones,
También le digo adiós a los buenos momentos, a las risas, a los proyectos, a las imágenes construidas, a los amores perdidos y al bebé que algún día fue.
Le digo adiós a las miradas, las caricias, los abrazos y los besos que me hicieron suspirar, las palabras de amor que me hicieron soñar.
Me quedo contigo, con lo que construí de ti, esa esencia que me hace recordar la risa, los buenos momentos, los buenos consejos.
Pero hoy te digo adiós, a ti, a lo que me mostraste ser, a lo que me enseñaste, lo que me lastimaste y lo que me hiciste vivir.
No hay malos ni buenos, no hay puntos medios, solo se nos olvidó que aquel amor que profesamos, aquellas promesas que nos hicimos fueron un para siempre que duró pocos años.
Me quedo solo con lo que me hiciste aprender de mi misma, me quedo con mis ganas, con mi fuerza, con mi vida. Sé lo que quiero, y me enseñaste lo que no quiero.
No quiero promesas vacías, no quiero dudas, ni lágrimas, ni dinero sin sentimiento, no quiero mamitis, no quiero presiones, no quiero cambiar quien soy por alguien que no cambia que es, no quiero competencia familiar, ni pretensiones de alguien que no soy, ni de alguien que no es. No quiero mentiras de vidas pasadas, ni de vidas futuras, no quiero dramas, pero sobre todo, no quiero engaños, de esos que te prometen cambiar y que no lo hacen, no más palabras vacías, no más "dime que hago". No más "No puedo", quiero que luchen por mi, con la misma intensidad con la que yo lo hice, quiero que dejen todo por mi, como yo lo hice, quiero que vivan por mi, como yo lo hice.
Hoy te digo adiós, y sigo adelante con mi vida, fuerte, alegre y con ganas, deseando de corazón que vivas feliz, que seas dichoso, que tengas todo lo que en tu mente desees, que encuentres una mujer con bajas expectativas que solo haga lo que tu le dices, y que en un futuro, si así la misma vida nos junta, seamos amigos y que se recuerde esto con el mismo gusto con que lo vivimos.
Hoy solo puedo decir Gracias, porque me enseñaste que quiero y que no quiero, y sé que tal vez no lo leas, pero espero que te haya enseñado algo, aunque sea mínimo el haber terminado y que te impulses a seguir adelante; porque yo, así lo hago, sigo adelante...
Hoy le digo adiós a la costumbre, te digo adiós a ti... por fin
Hermoso amiga!
ResponderEliminarGracias amiga!!
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