Cartas a mi amor: 1 de 21
Una vez me preguntaron que qué es lo que podía perder si encontraba a alguien que moviera el piso bajo mis pies y descontrora todo a mi alrededor.
Qué si en todos los años amando de una manera y dejándome amar, fueran nada comparado con ese nuevo amor.
Me asusté, pensar que todo lo que yo conocía no era como realmente es, me asustó pensar que todo lo que hay alrededor construido por mi fuera derrumbado por alguien más. No lo quería, quería seguir en mi coraza apartada de todo el mundo, de que me hieran o de que me rompan de nuevo.
Y heme aquí... ocho meses después de que me preguntaran eso, de sentirme mala persona por jugar con sentimientos, de no encontrarme en ningún lugar y de confundirme con palabras y acciones.
Te vi por casualidad, pensando que ibas a pasar, solo pasar. Pensando que había cosas que serían fáciles, juegos, la persona madura se encogió dejando a mi alocado ser... ser.
Peleando, riendo, retando. Cada palabra que te decía me la debatias y en lugar de irme me hiciste sentir que debía callarte de alguna manera, no porque tuviera razón, a veces me queda claro que no la tengo, sino porque me retabas a pensar y pensar como callar esa boca, ese reto.
Luego comenzaron los miedos, miedo a sentir que si avanzaba podía herirte, miedo a que no me vieras de la misma manera que yo a ti, miedo a que solo fuera lo que era... un juego.
Pero giraste tus ojos hacía mi, por alguna extraña razón, los tuve puestos en los míos y me sentía rara, ridícula, analizando cada paso, cada palabra, cada movimiento. Aun pienso en eso, aún analizo cada movimiento en lugar de simplemente moverme. Pero yo soy así, hago a un lado lo que pienso, veo, quiero, por lo que los demás quieren y eso cario, te incluye a ti.
Siete meses después tus ojos están en mí y me miran como yo lo hago, como yo te miro. Cariño, no soy buena persona, tiendo a herir, soy cruel cuando mi lado malo sale. Suelo ser sarcástica y, como sabes, mi cara no oculta nada. No puedo controlarla, si algo no me gusta me delata luego luego aunque no quiera hacerlo. Tengo malos hábitos, duermo mucho, hablo poco de lo que siento y mucho de lo que pasa alrededor. No me gusta el "chisme" pero me divierto haciéndolo, soy burlona, soy floja y dramática cuando ovulo.
Pero tengo cosas buenas tengo imaginación y siempre tengo una sonrisa para el desconocido, me gusta ayudar en medida de mis posibilidades, soy buena con los niños y quiero enseñar. Amo cocinar, doy libertad, se masajear. He echo muchas cosas en mi vida, tantas que se me olvida luego cuantas. Se me olvidan las cosas (no todas), soy mala contadora de chistes pero siempre procuraré hacerte sonreír. Me gusta aprender y soy experta en el piojito, canto en el baño y trato de ser buena persona. Soy agradecida y amiga de mis amigos y de los tuyos si hay oportunidad. Pero trato de ver todo con ojos nuevos, dejo que la vida me sorprenda.
¿Ya te diste cuenta en qué te vas a meter? ¿En qué te has metido?
En fin, olvidando todo eso quiero que sepas que ya me cansé de correr, soy una construcción de tiempo pasado, soy lo que has visto y te falta ver. Soy mis entornos, mi familia, mis amigos, soy pequeños pedazos de historias pasadas y también soy pequeños pedazos de ti. No me hubiera gustado que me conocieras en esas épocas, si así me dices ingenua, creo que con solo haberme visto me hubieras golpeado. Soy pedazos de historia que he recorrido, buenos y malos pedazos, pero unidos y no me arrepiento.
Hoy están unidos y es maravilloso, cubiertos con pegamento dorado que adorna mejor la nueva construcción. Estoy en la orilla del trampolín, no perdón, estoy en la orilla del acantilado a punto de lanzarme al vacío, algunos pedazos están recién pegados, otros están tan firmes que no hay por qué preocuparse. Otros más claro que preocupan. Pero me estoy ocupando de ellos, trabajando para que queden mejor pegados.
De muchas formas, laboral, espiritual, existencial... amorosa... estoy a punto de saltar del acantilado, voy a ser egoísta, voy a saltar para ver que más hay para mi. Y voy a ser egoísta porque te voy a pedir algo...
¿Saltas conmigo?
Con amor, la que se roba el queso cuando no puede.
P.D: no quiero saltar sin ti. ¿Soy egoísta?
Comentarios
Publicar un comentario