Hola vieja amiga... Otra vez

Me han dicho muchas veces que el arte es bueno, que cura todo, que ayuda pero ¿Y si no tengo fuerza para eso?

Llegaste otra vez y cada día golpeas con más fuerza, cada día haces que dude más y más de mi, que me vea al espejo y reconozca que no conozco a quién me mira.

¿Por qué? ¿Por qué vuelves? ¿Por qué insistes en volver cuando siento que todo está bien?

¿Sabes que es lo peor, más bien lo mejor para ti? Que te justifican, sí te justifican con los problemas hormonales, con el estrés del trabajo, te justifican con la idea de que solo eres pasajera. Pero aquí estás, no te vas.

He de admitir que cada vez vienes con menos frecuencia, pero cuando vuelves me golpeas con un bate y haces que todo mi mundo vuelva a girar. Eres un dolor constante en mi mundo a pesar de lo inconstante que resultas.

Pero bueno, volviste vieja amiga, te doy la bienvenida con arte, con cuentos, con dolor, con amor, eres parte de mí, lo que me has enseñado y lo que te he odiado odiándome al mismo tiempo.

Te pido, no, te exijo me dejes hacer lo que hago, lo que deseo, quiero fuerza, quiero paz. Deja de envolverme con tus garras, deja de rasgarme el alma, deja que yo siga adelante, déjame ser, déjame hacer.

Suéltame porque yo no puedo soltarte.

Comentarios

Entradas populares de este blog

CABALLO DE TROYA O CAMIÓN DE HELADOS

El tiempo todo lo resuelve